Necesidades básicas de toda piel
La piel es un órgano vivo, el más extenso de todos, un lienzo sensorial que respira, siente y se transforma con el tiempo; es más que un escudo, más que una barrera entre el mundo exterior y nuestro ser.
Existen dos necesidades esenciales que toda piel comparte, sin importar su tipo: hidratación y humectación. Entenderlas (y aplicarlas correctamente) es la base de una rutina de cuidado efectiva, consciente y respetuosa.
¿QUÉ ES LA HIDRATACIÓN?
💧 Hidratar la piel significa reponer el agua que naturalmente pierde a lo largo del día. Esta pérdida ocurre a través de un proceso llamado pérdida de agua transepidérmica (TEWL: Transepidermal Water Loss), en el que el agua se evapora de las capas más profundas de la piel hacia el exterior.
Factores como el clima seco, la exposición solar, los productos agresivos y el envejecimiento aceleran esta pérdida.
Los productos hidratantes aportan agua directamente a la epidermis y muchas veces contienen humectantes —como la glicerina, el ácido hialurónico o el aloe vera—, que atraen y retienen la humedad en las capas de la piel.
¿QUÉ ES LA HUMECTACIÓN?
🧈 Humectar consiste en crear una barrera protectora en la superficie de la piel que evita que esa hidratación recién aportada se evapore.
Esta función es especialmente importante porque la barrera cutánea es la responsable de protegernos del medio ambiente, mantener la elasticidad de la piel y evitar la entrada de patógenos o irritantes.
Los ingredientes humectantes y oclusivos —como los aceites vegetales, mantecas, ceras o lípidos— sellan la humedad y ayudan a restaurar la barrera lipídica natural de la piel.
¿QUÉ VA PRIMERO?
Es importante conocer el orden óptimo para cubrir estas necesidades básicas de tu piel: primero se hidrata y después se humecta. Si humectas sin haber hidratado, estarás creando una barrera sin agua suficiente dentro de la piel.
— Primero se hidrata, para reponer el agua en la piel. Luego se humecta, para retener esa hidratación dentro.— Es un proceso en dos pasos, complementario y necesario para todas las pieles.
Hidratar y humectar a diario no es un lujo: es un gesto esencial para mantener la salud de la piel, proteger su barrera natural y fortalecer su función como órgano protector.
Porque cuidar la piel no es solo una cuestión estética, sino una forma de honrar al cuerpo que nos sostiene cada día.
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REFERENCIAS
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